viernes, 27 de mayo de 2022

Fiat Abarth 1000TCR Berlina Corsa (1970) - AUTOart 1/18

En el año 1956 debutaba el primer producto realizado por Carlo Abarth sobre la base de la carrocería de un Fiat 600, presentado bajo la denominación Abarth 750 Gran Turismo Derivazione.



Fiat le entregaba los pequeños Seicento a Abarth sin finalizar, a fin de que el costo de producción fuera menor, ya que el preparador los terminaba con sus propios propulsores y elementos mecánicos, que paulatinamente fueron reemplazando al motor de 633 centímetros cúbicos por uno de desarrollo propio, evolucionando a lo largo de los años 60 desde los 710 centímetros cúbicos, a los 850cc a fines de dicha década, momento en el cual además le introduce modificaciones de carrocería, para dar cabida a nuevos desarrollos mecánicos. Por delante del paragolpes delantero se ubicaba una caja de formato rectangular, que acogía al radiador de aceite, mientras que en el sector trasero los pasos de rueda fueron ensanchados, para dar cabida a unas ruedas de mayores dimensiones.

Pero el Fiat 600 preparado por Abarth alcanzó su cenit en el año 1970, cuando llegó al mercado el Fiat Abarth 1000TCR Berlina Corsa. Se trataba de la máxima evolución del modelo, que no solo había modificado su mecánica sino también su estética. Bajo ésta base nacía el modelo destinado a las competencias, que por aquellos años formaba parte del denominado Gruppo 2. A las modificaciones ya vigentes se añadía el reemplazo de la tapa del motor por un alerón en fibra de vidrio.



El Abarth 1000 TCR Gruppo 2 utilizaba el bloque de 982 centímetros cúbicos, que había elevado su rango de compresión a 13:1 y utilizaba dos carburados Webber 45 DCOE, erogando 112CV, y con sus tan solo 568 kilogramos de peso, el Abarth 1000 TCR Gruppo 2 podía alcanzar los 215 kilómetros por hora de velocidad máxima.



De este último se trata la réplica que hoy les presento, en 1:18 editada por AUTOart para su serie Signature.



Si bien no es novedad en su catálogo, sí lo es para mi colección ya que lo incorporé no hace mucho, luego de haberlo visto en persona en una exposición de modelismo, y haber quedado enamorado del mismo.









Lejos de salir corriendo en su búsqueda, me tomé el tiempo de esperar a que se presentara una ocasión para conseguirlo a un precio razonable, dados los valores ridículos que se manejan actualmente en esta marca en particular, bah en todas digamos..., hoy dia el mercado del coleccionismo se ha vuelto una locura.

















Dicho momento llegó a fines del año pasado, cuando apareció en oferta en un importante sitio alemán que seguramente muchos conocen, y se vino a casa junto con el Lancia que presenté hace un par de entradas, costando ambos un poco menos de lo que antes me pedían por tan solo uno de ellos. La madurez en el hobbie que se dice,,,, ojalá hubiera llegado antes...

Es algo raro lo que me sucedió con este modelo, y quizá explique el por qué me tardé en conseguirlo, más allá de lo comentado de sus valores. Resulta que por fotos que vi en su lanzamiento, a decir verdad pocas y no tan en detalle, no me impresionó de la misma manera que cuando lo tuve en mano, realmente no le hacían justicia.

Espero que éstas que le tomé sirvan para darse una idea de la maravilla que es este cochecito, y si son entusiastas del 600 (y la escala 1:18 claro) no duden en hacerse de uno.



martes, 26 de abril de 2022

Fiat 131 Abarth Stradale (1976) - Solido 1/18

Promediando los años 70, el grupo Fiat venía con una racha ganadora en el rally con su legendario Lancia Stratos, por primera vez un vehículo producido específicamente para dichas competencias. Sus resultados fueron fulminantes, obtuvo la seguidilla de campeonatos 1974, 1975 y 1976 siempre con Sandro Munari a los mandos

Para 1977 el equipo de competición de Lancia fue unido al de Fiat, cuyo departamento de marketing decide darle apoyo pleno al Fiat 131 para competir, dejando en segundo plano al Stratos, y ya para el año siguiente corrieron casi exclusivamente con dicho sedán.

Para ello, y de acuerdo a las directivas de la época, hubo que producir 400 unidades de homologación para comercializar, de ahí su denominación Stradale, algo similar a lo que comentamos en el caso del Lancia Delta en una entrada anterior.

La estrategia parece que funcionó ya que en tan solo 3 dias se agotaron todos estos, para entonces, futuros coches clásicos.

En cuanto a su palmarés deportivo, estuvo a la altura de lo esperado ya que en su debut año 1977 logró el campeonato de constructores, y ya para los años 1978 y 1980 se alzó con ambos, es decir con el de pilotos también, de la mano de Markku Alen y Walter Röhrl.

En cuanto a las modificaciones que sufrió el coche para transformarlo en el de rally, lo más importante fue en capó y puertas que se fabricaron en materiales ligeros como el plástico, además de lunetas y ventanillas posteriores de plexiglás.

Se sustituyeron los paragolpes delanteros y traseros; en el caso del frontal se incrustaron piezas que contribuían a una mejor aerodinámica, y tanto en el techo como en el maletero lucía unos spoilers que iban por el mismo sentido.

La motorización, en el caso que nos ocupa del Stradale, era un motor 2 litro biálbero que desarrollaba 140 CV, gracias a la puesta a punto del conocido ingeniero Lampredi.

La miniatura aunque no lo parezca es de la marca Solido, que por lo que tengo entendido ha sido comprada por otro grupo, tal como pasó con otras marcas como Bburago, y cuya nueva dirección le hizo cambiar completamente su imagen, y hoy ofrece modelos realmente muy interesantes, con una calidad de ejecución que está a años luz de lo que conocíamos hasta ahora

Los moldes son muy realistas, respetando rigurosamente la escala 1:18 dejando de lado esa costumbre que tenían de adoptar el "tamaño caja", y han traído un catálogo muy interesante con modelos inéditos como es éste mismo, y lo más importante a unos precios muy contenidos, con lo cual diría que hoy día su relación precio producto está entre las mejores del segmento.

Otro aspecto interesante es que conservan aún la tradición "die cast" con aperturas, es decir no se han ido al ya común denominador "resina sellado", como han hecho marcas como por ejemplo  Minichamps que echaron por la borda su bien logrado prestigio, al menos en esta escala.


Las fotos son elocuentes, exteriormente tanto el molde como su pintura es digno de un AUTOart de sus comienzos, prestar atención a los faros, insignias, ruedas!!! esas magníficas Cromodora están excelentemente reproducidas.
Realmente el salto en calidad que han dado es sorprendente.






Por el lado del interior, tiene todo lo necesario, quizá se note su lado económico en la textura de los asientos, sobre todo el acabado brillante que tienen que le da un aspecto plasticoso, detalle que pienso subsanar con algún barniz mate, pero el resto es un interior muy digno, una muy grata sorpresa de este fabricante.



Las puertas son sus únicas aperturas, pero teniendo en cuenta todo lo ya visto y comentado, no se echa de menos ninguna más.



jueves, 10 de marzo de 2022

Lancia Fulvia HF "Fanalone" (1972) - AUTOart 1/18

Yendo hacia atrás en la historia (cual saga de Star Wars), respecto al Lancia Delta S4 que presenté en la entrada anterior, nos encontramos con otro modelo de la marca con grandes palmarés deportivos en rallye, pero acorde a su época no era un prototipo especial sino un derivado directo del coche de calle.

Estamos hablando del Lancia Fulvia de 1972, en su segunda generación, luego de una década de lanzada la primera. Al igual que aquella, mantenía su configuración mecánica de tracción delantera y motor V4 de ángulo estrecho que permitía utilizar una sola tapa de cilindro, colocado longitudinalmente e inclinado a 45 grados.


La imagen enseguida nos viene a la memoria, el pequeño Fulvia HF derrapando en las curvas nevadas del Rallye Montecarlo de 1972, con su capot negro luciendo en letras blancas “Lancia-Italia”, y Sergio Munari al volante que lo llevaría al triunfo de aquella competencia.

Todo esto gracias a su mecánica mejorada respecto a la primera generación, la que subida su cilindrada hasta los 1.6 litros lograba 132HP en el nuevo HF (por High Fidelity) , mientras que la versión de homologación ofrecía 115.

Dichas versiones se basaban en el coupé diseñado por Piero Castagnero, pero con diferencias exteriores como la eliminación de los paragolpes, pasarruedas más grandes, y una franja azul y amarilla que recorre toda la carrocería en su parte superior, y hasta incluso se continúa en la tapa de válvulas.




El detalle más singular, y que es el responsable de su sobrenombre “Fanalone” (en italiano faros grandes) son sus dos enormes "Carello" internos. Esto se hizo dado que el reglamento limitaba la cantidad de faros suplementarios, entonces la solución que encontró Lancia fue agrandarlos para mayor poder lumínico.







El interior luce el tablero de serie, con instrumental Veglia, volante Ferrero, y unos asientos tipo bacquet en cuero muy bien reproducidos.




Por el lado del motor, el V4 replicado en todos sus detalles como es habitual en AA, y se aprecia la franja que cubre la tapa de valvulas, que sigue el estilo de la que recorre la carrocería.

Un avance tecnológico en esa época era el encendido electrónico, aquí finamente reproducido.
Las aperturas se completan con un detallado baúl, que aloja una llanta Cromodora igual a las titulares, costumbre que hoy dia han abandonado casi todos los vehículos modernos, sustituyéndolas por ruedas de uso temporario, en un recorte más de costos.

El modelo es maravilloso, más allá de la réplica el coche en sí es de los más lindos que hizo Lancia, sino el más quizá, solo compararlo con su predecesor muestra as una clara evolución estilística en la marca, y si a esto agregamos una reproducción impecable como bien muestran las imágenes es una combinación realmente muy interesante, que no hay que dejar pasar. 

Afortunadamente lo pesqué a tiempo.


jueves, 17 de febrero de 2022

Lancia Delta S4 Stradale (1985) - AUTOart 1/18

El Lancia Delta S4, sucesor del 037 fue un automóvil de rallye que compitió dentro del Grupo B entre 1985 y 1986, un corto período que duró hasta que la FIA decidió eliminar ese grupo y por lo tanto todos los autos que lo conformaban pasaron a estar prohibidos en la categoría.
Qué era el Grupo B? pues bien, sintetizando se conformó por desarrollos especiales para dichas carreras dado que la utilización de autos de calle preparados había llegado a un límite en que ya no se les podía extraer más prestaciones.
Introduciendo novedades técnicas como la tracción integral y los motores turboalimentados los Grupo B tenían unas performances pavorosas.
Por qué se los prohibió? El reglamento se ocupó muy poco del apartado seguridad, permitiendo pesos mínimos muy bajos, sin limitaciones a la potencia, utilización de chasis tubulares recubiertos de carrocerías de fibra y ventanas de plexiglás, todo esto conformó un conjunto peligrosísimo, con una serie de accidentes mortales que ocasionó que a tan solo tres años de su inicio se diera de baja esta categoría.

Por el lado de los fabricantes, se les permitía inscribir el modelo con una producción de 200 ejemplares para uso en calle, y cualquier otra evolución sobre el mismo se permitía con tan solo 20 unidades más que incorporaran dichas mejoras.
El Delta S4 de calle, fue más conocido como Stradale, y se cree que en realidad no más de 100 fueron producidos realmente.
Contaba con las mismas características de su hermano de competencia, un motor Fiat 1.8 litros doble árbol, twincharged es de decir tenía turbo y compresor, este último se encargaba de los regímenes bajos para contrarrestar el famoso turbo lag, y cuando aquél comenzaba a soplar se desacoplaba, ya que funcionaba unido al cigüeñal, mientras que el turbo lo hace por los gases de escape.
Toda esta poderosa mecánica, con 247HP, tres diferenciales (uno central) mandaban la potencia a las cuatro ruedas.
Por supuesto la versión de uso civil contaba con los elementos de confort que el otro carecía, tapizados en puertas, butacas deportivas, aire acondicionado y dirección asistida.
El coste de este capricho era 5 veces el del más completo Lancia HF Turbo, con el cual no tenían ni una sola pieza en común.
Yendo a la réplica, pertenece a la serie Signature de AUTOart, salió hace unos años y si bien dije "alguna vez voy a tenerlo" no estuvo en la lista de prioridades por una cosa u otra, la cuestión es que a mediados del año pasado apareció a un precio más que tentador, teniendo en cuenta los valores que se manejan hoy en esta marca, con lo cual no lo tuve que pensar mucho, salvo decidirme por el color.
El catálogo ofrece dos variantes, en rojo con interiores camel, y el gris como el que escogí, con interiores en rojo, ambos muy bonitos y realmente costó decidirse.
Presenta varias funcionalidades, empezando por la tapa delantera donde aloja debajo a la rueda de auxilio y un ínfimo baúl donde con suerte quepa un bolso pequeño.

Apertura de puertas, dejando ver los preciosos tapizados en rojo a tono con los cinturones de seguridad, tablero completísimo e hiper detallado, con los colores y texturas realistas, el instrumental en profundidad y un volante con brazos metálicos en fotograbado que termina de darle el toque de realismo a todo el conjunto.
Yendo hacia la trasera se puede abrir solo el cristal individualmente, sostenido por sendos brazos símil amortiguadores neumáticos, o bien levantar todo el conjunto trasero para dejar expuestas todas las entrañas consistentes en chasis, motor y suspensiones.
 
Ya con ésto último, el modelo está más que pago, pues hoy en día escasean estos lujos de aperturas múltiples, por ende siempre serán bienvenidos.
El motor es otro lujo, beneficiado por la gran visibilidad que le otorga la remoción del panel trasero, se descubre a su vez quitando esa tapita negra sostenida por dos pequeños imanes de neodimio que apenas acercarla prácticamente la atraen.
Como es norma en la marca, la aplicación de pintura es impecable, al punto que da miedo tocarla con los dedos (mejor usar guantes y ahorrarse luego el desengrase), lo mismo los delicadísimos cristales.
Completan el conjunto un sinnúmero de fotograbados, insertos y piezas individuales, destacándose los faros, que tienen una nitidez y ajuste perfectos.

Otro pedazo de historia del automovilismo que ingresa a la vitrina, protagonista de una época dorada e inolvidable en muchos aspectos.
Como sucede en otras categorías, la F1 por ejemplo, los modelos actuales ya superan por lejos en prestaciones a aquellos atronadores bólidos, sin embargo carecen de encanto y ya no brindan el mismo espectáculo que entonces, todo se ha vuelto puntilloso y casi quirúrgico, y a mi modo de ver deshumanizado completamente. Quizá por eso cada vez tienen menos audiencia y ya no saben qué hacer para atraerla.