Hablar del Countach es referirse a uno de los vehículos emblemáticos y de diseño más revolucionario de la era moderna, es casi improbable que alguien (por más que no sea aficionado al automóvil) no lo conozca o al menos no haya oído alguna vez su nombre.
A propósito del mismo, rompe con la tradición del uso de nombres derivados de la tauromaquia, y según dicen Countach! es una expresión piamontesa que denota admiración con cierta sorpresa, algo que puede generarla por ejemplo el encanto de una bella mujer, o bien (como en este caso) el diseño de un auto.
El prototipo fue presentado en el salon de Ginebra de 1971 como LP500 conformada la sigla por los 5 litros de cilindrada, y la disposición del motor Longitudinal Posterior.
El vehículo de producción que se lanzó luego, montaba el V12 de 4 litros heredado del Miura en esos momentos, con lo cual dicha primera versión comercial pasó a denominarse LP400.
Hecha esta breve introducción, vamos directo a la miniatura, la cual escogí por tratarse del original limpio y puro, desprovisto de todos los aditamentos aerodinámicos de dudoso gusto que se le fueron agregando a través de su vida comercial, los que a mi juicio terminaron desvirtuando sus bellísimas lineas iniciales.
Es este modelo el que, replicado por Kyosho en 1/18, forma parte de mi colección de autos de la marca boloñesa, algunos de los cuales (Espada y Miura SVR) publiqué recientemente.
El diseño no podría ser de otro que del genial Marcello Gandini, del estudio Bertone, el mismo que firmó los trazos de los otros modelos mencionados.
Son de notar los delgados neumáticos, en comparación a los que (en conjunción con las reformas comentadas) le fueron calzados en sus últimos años, pues el modelo estuvo en producción nada menos que hasta 1990.
La forma de los pasarruedas traseros es característica exclusiva de este modelo, ya que los posteriores restylings se encargaron de redondearlos a la vez que, curiosamente, darle cuadratura a los delanteros...
A esta altura el ojo se detiene en cada rincón de esta miniatura, inútil ponderar la calidad de la pintura en una réplica de este tenor, sí en cambio admirar ese naranja tan bien logrado y que le sienta de maravillas.
Y desde luego, los gadgets como las luces delanteras operables nos hacen descubrir la otra faceta, aquella que pocas veces vimos, quién sino vió un Countach con los faros al descubierto?
Gracias Kyosho!, pero los prefiero ocultos!
El auto pierde toda su personalidad, mejor entonces circular de dia!
Hay aperturas por doquier, como para entretenerse un rato y de paso aprender si no hemos tenido la suerte de tener un 1:1 a tiro.
El motor, situado en su parte central, dejando tras de sí un pequeño baúl.
Las puertas, todo un alarde de creatividad para la época, que dieron origen a una tendencia alguna vez replicada tanto en la marca como en otros superdeportivos, sin dejar de mencionar los "street tuners" que se dedican a arruinar autos de turismo con injertos de esta índole...
El sello de la marca, impreso en el centro de llanta, detalle que Kyosho no dejó de lado.
Por último, una toma con todas las bisagras abiertas para dar una idea de la completa y compleja miniatura, y que como alguna vez comenté, salvo para una foto, rara vez volveremos a verla así.
Qué coche! Siempre me parecieron aquellos diseños muy atrevidos para la época y supongo que por aquel entonces más de uno al contemplarlo quedó "con las patas por lo alto". Una auténtica nave espacial.
ResponderBorrarEl modelo me gusta mucho así de limpio, tampoco me agradan demasiado las sucesivas versiones a cual más exagerada. La miniatura quedó muy bien aunque el motor no me convence demasiado, lo veo muy plasticoso pero el resto de las virtudes compensa de sobras eso. Sobre todo la gran cantidad de partes operables, los chicos de Kyosho no dejaron nada sin poderse abrir!
Saludos!
Creo que éste se pasó de atrevido, pues directamente pateó el tablero de todo lo conocido hasta entonces.
BorrarSaludos!
Muy bueno Julian, mi Lambo preferido es el Espada (por lejos) pero este también tiene su encanto y personalidad.
ResponderBorrarSaludos!
Son cosas diferentes, ya en terreno de gustos no hay colores.
BorrarSaludos!
Hermoso, y más en orange. Me gustan las líneas limpias, nada de luces afuera ni puertas abiertas, así ofrece menos resistencia al viento.
ResponderBorrarMis Lambo preferidos son éste, el Diablo y el Murciélago. No tenía ni uno, pero conseguí primero un Murciélago, hace unos días llegó otro y un Diablo, así que ahora a conseguir un Countach. Tarea difícil conseguir alguno de competición, pero algún día llegará.
Abrazos!
Por lo visto es muy complicado ver Lambos de esas épocas en competición, no Juan?
BorrarEs que no vas a encontrar de competición porque don Ferruccio no era como don Enzo que primero pista y después calle.
BorrarEl primero no era amigo de las carreras así que los pocos que pudo haber fueron por emprendimientos privados.
Saludos!
Antonio, no sabés lo que me está costando encontrar buenas fotos de un Diablo de 2001 de Kyosho que me compré... De los más modernos, por ejemplo los dos Murciélago que me llegaron, es más fácil...Ni hablemos de los '70 y '80!
BorrarExacto Julián, lamentablemente es así... Por suerte en el siglo XXI hay varios en las carreras de GT.
BorrarBueno, como somos todos los piamonteses!! El Lambo más lindo para mi gusto, y una reproducción estupenda. Felicitaciones!
ResponderBorrarPara un piamontés, nada mejor que otro peronista piamontés!
BorrarSaludos!
Mientras la foto demoraba en cargar y me mezquinaba con el cielo yo repetía "Que sea blanco! que sea blanco!" ya que mi preferido es el albino con alerón detrás.
ResponderBorrarClaro que éste es una versión mas temprana inspirada en las mismas hierbas que se fumaron para hacer el Carabó...
Lástima que ya no fuman los diseñadores... No?
Que se puede decir del modelo si es TOP TOP, felicitaciones!
Le anda mal el modem de dial up que tarda tanto en bajar una foto?
BorrarCountach blanco vendría a ser una heladera con freezer.
Déjelo así que el naranja le sienta mejor.
La hierbas eran parecidas, por lo menos el dealer era el mismo.
Y todavía fuman, pero paco, y así les salen las cosas ahora...
Hola Julian espero que no te afecte esa fumadera , lindo modelo que a diferencia de los actuales, como dices este es limpio pero lambo no dejara de perder el modelo original, le sienta el color , una linda pieza. Saludos u cuidate Julian.
ResponderBorrarHola Jose Luis, por suerte no fumo jajaj!!
ResponderBorrarGracias por pasar, un abrazo!
Yo también considero que este Countach primigenio fue el más lindo, puro y equilibrado de toda la saga. Una vez lei que las lineas del Countach era tan radicales que hasta un caballero medioeval, con cero cultura automotriz, se veria perturbado por la agresividad del diseño.
ResponderBorrarEn naranja le queda muy bien. Aunque coincido con el Cabo, con el blanco, que en mi opinion acerca al countach al aspecto de una nave de star wars.