jueves, 30 de mayo de 2013

Mazda Cosmo (1968) - AUTOart 1/18


Paren las rotativas!

Y esto no es una mera frase, pues estamos ante uno de los pioneros de Mazda en motores "rotativos".

Un motor rotativo o Wankel, en honor a su creador Felix Wankel, es un motor de combustión interna que funciona de una manera completamente diferente de los motores alternativos.

En un motor Wankel se desarrollan los mismos 4 tiempos pero en zonas distintas del estator o bloque, con el pistón (en este caso rotor) moviéndose sin detenciones de un tiempo a otro.
Más concretamente, el envolvente es una cavidad con forma de 8, dentro de la cual se encuentra un rotor triangular o triángulo lobular que realiza un giro de centro variable. Este pistón transmite su movimiento rotatorio a un eje cigüeñal que se encuentra en su interior, y que gira ya con un centro único.


De las bondades y debilidades de estos impulsores hay mucha literatura y sería tedioso tratarlo aquí.

Sin embargo, una de las principales novedades de este coche fue que estrenó el primer motor rotativo de 2 rotores.
A partir de este momento, este motor desempeñará un importante papel en la historia de Mazda.
El primer prototipo de este modelo fue presentado en el Tokyo Motor Show en 1964.

Aunque la producción total no comenzaría hasta mayo de 1967 y duró hasta 1972.
Los primeros modelos de este Cosmos se construyeron a mano de tal modo que la producción total diaria era de un solo coche.

En 1968 la firma nipona decidió poner a prueba el Cosmo Sports 110S.
Para ello eligieron una de las pruebas más duras de Europa: el maratón de resistencia de las 84 horas de Nürburgring, presentando 2 coches a la competencia, de los cuales uno solo arribó al final, pero en la 4ta posición, demostrando de este modo la fiabilidad de este motor.

En aquel momento este modelo encandilo a los amantes de los coches deportivos por su conducción futurista y su funcionamiento. Se construyeron dos generaciones. La primera fue la L10A que tenía una velocidad máxima de 184 km/h. El modelo L10A fue vendido solamente en Japón.

Imagen

En julio de 1968, Mazda lanzó la segunda generación Cosmo: el L10B. El Cosmo ahora tenía una potencia de 128 caballos de fuerza y ofrecía una transmisión manual de 5 velocidades. Su rendimiento también fue mejorado. De este modo el L10B llegaba a alcanzar una velocidad de 192 km/h.

Imagen

Aunque el Cosmo no fue un gran éxito en su tiempo, su motor rotatorio de doble rotor marcó el principio de un período flamante para la firma Mazda.
En 40 años la compañía vendió aproximadamente 1.970.000 vehículos con este tipo de motor.


Durante los años de su lanzamiento el Cosmo estuvo eclipsado por el Toyota 2000 GT.
Un modelo que adquirió una gran popularidad por aparecer en la película de James Bond, "You Only Live Twice" de 1967. En esta película James Bond, interpretado por el actor Sean Connery, era el personaje del momento y las escenas con este auto fueron la sensación de esa época.

La Miniatura

Este modelo corresponde a la 2da generación (L10B), producida por AUTOart en 1/18, con el habitual apego por los detalles como apreciarán a continuación.
Aunque a simple vista parezca grande, es un auto muy chiquito, como era costumbre en Japón en aquellos años:

Imagen

El dia de hoy no fue el mejor para sacar fotos a la intemperie.
Los momentos de nublado/sol intermitente, dio como resultado fotos muy distintas entre si.

Imagen

Las líneas de este auto son realmente cautivantes.
Desde el primer momento que lo vi, que quise tenerlo.

Imagen

La zaga en particular, tiene unos trazos magníficos, puede que como todo japo de la época tenga rasgos copiados de otros, en particular de modelos norteamericanos.

Imagen

Por ejemplo, los faros traseros y esa cola recuerdan a un Ford Thunderbird.

Imagen

Imagen

Y la trompa, puede que emule a un Renault Alpine.

Imagen

Y lo que les decía, la foto anterior fue sacada solo segundos antes que ésta:

Imagen

El interior, es digno de destacar.
De lo mejorcito que he visto de AA, el realismo de tablero/volante es asombroso.

Imagen

Imagen

Imagen

Otra vez sol, y vemos esa luneta con su sticker de la época, promocionando al motor.

Imagen

Detalle exquisito, la tapita del tanque de combustible, operable.
Y otra vez el sol que se fue.

Imagen

Y otra vez que Febo vuelve...
Aprovechamos para abrir el baul

Imagen

Además de la calca de la luneta, el auto hace honor al motor con insignias con forma de "rotor" en varios puntos:

En los centros de rueda:

Imagen

Imagen

Y finalmente con un logo en relieve en la trompa.

Imagen

Ese maldito fotograbado "Cosmo" me hizo renegar más de media hora para volver a pegarle una punta que traía levantada.
Como crítica a AA esta sería una, en general los fotograbados de sus modelos son casi intocables, muy frágiles, con un adhesivo muy pobre que exige extremo cuidado a la hora de manipular o limpiar.

Nos queda ver el motorcito, tanto que hablamos de él y no lo mostramos.

Imagen

Mucho no se entiende que hay ahí dentro, se ven 2 distribuidores, y otras cositas, y el motor por lo visto es muy pequeño.

Imagen

Los bajos, como siempre completos, respetando la simpleza del auto original.

Imagen

Para colmo, en la foto "aérea" empieza a llover...

Imagen


Ahora sí llegamos al final.
La reproducción en general colmó mis expectativas, es digna de recomendar, devolviendo con creces lo que pide a cambio de su adquisición.
Creo que este hermoso modelo merece parafrasear a un gran amigo:
MAGNIFICENT COSMO!!

Imagen


Gracias por pasar!!

Saludos

domingo, 26 de mayo de 2013

Land Rover Series I (1948) - Minichamps 1/18

El primer Land Rover surgió en la posguerra británica, en 1948, durante un periodo de escasez de acero: un vehículo enfocado al trabajo, brillantemente sencillo e ingenioso y fabricado en aluminio.



Los hermanos Spencer y Maurice Wilks, que trabajaban para la Compañía automovilística británica Rover, crearon un nuevo concepto de vehículo que combinaba la simplicidad de un utilitario con la robustez y sobriedad de una herramienta de trabajo.



Originalmente, el primer prototipo contaba con el volante situado en posición central, de ahí que su configuración primitiva, y luego heredada por el Series I fuera con 3 asientos frontales, a pesar de que el volante ya se había movido a su posición lateral definitiva.

El primer ejemplar, fue matriculado con la patente HUE 166, y es conservado en la actualidad en el museo de la marca, siendo conocido coloquialmente como el “Huey”



Para no seguir aburriéndolos con la historia de este auto, apasionante por cierto, pasemos directamente a la réplica del Land Rover Series I, de Minichamps en escala 1:18



La presentación no requiere de muchas palabras.

Por si solo demuestra que estamos ante un modelo de alta calidad, en el que se ha puesto todo el empeño en reproducir fielmente.



Siendo su prototipo muy pequeño, es lógico que la réplica 18 veces menor dé la misma impresión.



A medida que damos la vuelta, descubrimos que lo han replicado hasta el extremo, a como nos tiene acostumbrados esta marca



La trompa es uno de sus lados más vistosos, debido a la delicada rejilla que cubre el radiador y los faros, éstos últimos en la siguiente versión ya pasarían a estar ubicados delante de la grilla.



Ahora bien, para que luzca asi como lo vimos hubo que “armarlo” ya que en su empaque viene con sus partes por separado , envueltas cada una en bolsitas individuales insertadas en el telgopor que contiene al conjunto.



Comenzamos entonces el camino inverso, es decir desmontarlo de a poco para poder apreciar su interior, uno de los puntos fuertes de la miniatura



Asi como en el vehículo real, las extensiones postizas de las puertas y la capota eran accesorios opcionales que no venían junto al vehículo.



Así luciría entonces un Land Rover en aquellos años cuando nuevo.

También se vería así de impecable el pequeño Matchbox Lesney 12a que fue lanzado casi en forma contemporánea al vehículo real.



Ahora sí, sin techo ni puertas queda todo al descubierto.

Noten los tres asientos frontales que comentamos al principio.



La rueda de auxilio puede ser alojada también en el hueco previsto tras los asientos.



El tablero, de una sencillez espartana con los mandos e instrumentos básicos muy bien detallados.



Las portezuelas por supuesto abren , a través de bisagras muy realistas.



Todo el conjunto está realizado con una delicadeza asombrosa, casi que da cierto temor manipularlo, pero es solo una imagen de fragilidad la que transmite ya que apenas alzarlo su peso hace cambiar de idea enseguida.




Ahora si, solo nos queda ver el motor.
El capot, en lugar de levantarse, directamente se quita.

No es la solución más feliz ya que quien no sepa esto, al tomar el modelo sin el debido cuidado, el capot (metálico) caerá inevitablemente al suelo



El motorcito, si bien sencillo como todo el vehículo, tiene su encanto al estar dotado de todos los elementos ubicados y detallados como corresponde.



La última “feature” del modelo es, lógicamente, su parabrisas abatible.

Y así queda finalmente todo “pelado”



La vista frontal con esa configuración



La trasera, a todo esto ya acostumbrados con los chiches, promete apertura de portoncito.



Pero no, aquí Minichamps erró la estrategia y por ahorrarse quizá unos mangos se perdió de sacarse el 10 felicitado que personalmente yo le hubiese puesto a esta miniatura.

Ahora sí, la consabida de los bajos, en donde cumple en líneas generales con lo esperable en un vehículo de estas características



En resumen, un modelo altamente recomendable para entusiastas de esta marca y temática.

Con muy pocos puntos grises, pero en los cuales todas las críticas de foros extrajneros coinciden:

Uno, es que no abre el portón trasero, segundo que el capot no tiene sujeción, lo mismo la rueda de auxilio sobre éste, salvo que se la coloque en el compartimento tras los asientos donde queda debidamente sostenida.

Por último, una falla que solo los exquisitos que he leído en otros foros notaron, es que no tiene perforado el travesaño frontal para poder meter la manivela de arranque, que en esa época todavía traían para emergencia a pesar de tener burro de arranque.

Algo extraño porque el paragolpes sí tiene simulada la tapita ovalada en su lugar.



De todos modos y a pesar de lo comentado, es un modelo que colmó mis expectativas como fanático de los Land Rover, y que me costó bastante conseguir, pues se hizo en cortísima tirada y está casi agotado a nivel mundial.

Espero lo hayan disfrutado.

Gracias por pasar.