martes, 18 de julio de 2017

BMW 328 Streamline Mille Miglia 1940 - AUTOart 1/18

En 1940, los planes originales de BMW era construir tres ejemplares del 328 con carrocerías aerodinámicas específicamente para competir en la Mille Miglia de ese año.

Sin embargo al comienzo de la misma sólo dos coches estaban listos.
Debido a limitaciones de capacidad productiva todo el trabajo de ensamble no podría llevarse a cabo en la fábrica de Munich, pues dicha planta tenía limitada disponibilidad en el departamento de desarrollo de vehículos personalizados, ya que sólo estaba produciendo allí motocicletas y motores aeronáuticos en ese momento.

Todos los automóviles de serie BMW fabricados antes de 1945 vinieron de la planta de Eisenach. Debido a esta falta de capacidad y la urgencia por la competencia, el chasis terminado y estructuras especiales fueron cargados en un camión y enviados a Milán para que las carrocerías pudieran instalarse allí sobre la base de los diseños BMW.
Allí, el carrocero Touring fue contratado para producir las carrocerías de aluminio de estos vehículos en un procedimiento acelerado.



Como otros BMW que se alinearon en el inicio de las Mille Miglia de 1940, estos dos roadsters fueron accionados por un motor BMW 328 que generó alrededor de 135 caballos de fuerza en lugar de los estandard 80. Dos idénticos roadsters tomaron partida de la Mille Miglia de 1940 con los números 72 y 74, finalizando tercero y quinto respectivamente.



Estos autos hicieron una importante contribución para BMW dentro del resultado final, pues la marca se adjudicó además la victoria con otro auto, el 328 Touring Berlinetta al mando de Von Hanstein y Baumer.


La Miniatura:

AUTOart afortunadamente se acordó de este extraño y poco difundido BMW y produjo una fantástica réplica en 1:18 de una delicadeza y rigor histórico únicos, fiel a su costumbre que le ha dado tanto prestigio.



Solo la sobria numeración en negro hace saber que estamos ante un auto de carrera, y recién después notaremos que por dicho motivo carece de todo ornamento a excepción de los emblemas de la marca.


Sin embargo las suaves líneas de su carrocería, de una elegancia que solo un diseño italiano pudo haberle dado, hacen imaginar que luego de la competencia uno podría tranquilamente salir en él a surcar las carreteras con el cabello al viento casi sin ninguna modificación previa.