lunes, 25 de abril de 2016

Bugatti 57SC Atlantic (1938) - AUTOart 1/18

Jean Bugatti, hijo del fundador Ettore Bugatti tuvo un gran rol en el desarrollo de la serie "tipo 57", diseñando personalmente el Atlantic. Con su línea aerodinámica, su chasis bajo (S de "surbaissé" o rebajado), y motor supercargado (C) este 57SC Atlantic es uno de los más deseados y conocidos Bugattis.
El auto, presentado en el salón de París de 1935  fue fabricado en magnesio (aleación llamada Elektron) al igual que su inspirador, el proyecto Aerolithe, aunque en las versiones de producción se utilizó aluminio por razones de seguridad y simplicidad.
Precisamente por esto es que el auto tiene las costuras remachadas dado que el magnesio es muy duro y difícil de soldar. Sin embargo las mantuvo luego en las cuatro unidades de producción aun siendo construído en aluminio ya que eran una característica distintiva del diseño.




Considerado como uno de los más bellos autos de pre guerra, el 57SC mostraba una línea de coupé fluída con una pronunciada costura dorsal que recoría el auto de frente a cola.
Tan majestuoso como inusual era este Atlantic que no era apropiado para su producción en serie dado sus puertas tan altas, construcción complicada, parabrisas partido, etc, con lo cual el diseño fue revisado para dar lugar a la Atalante, con un parabrisas plano, un baúl separado y unas puertas de tamaño completo pero que retenían aquel diseño de "poroto" de las ventanillas.
Al momento de su producción, como dijimos se usó aluminio y el radiador delantero fue sustituído por uno de menor tamaño y terminado en "V". Montaba un motor de 8 cilindros en línea 3257cc, 200HP capaz de impulsar al auto a 200km/h.
Hoy dia este auto es un ícono, constituyendo la máxima expresión de aquella marca y uno de los autos más finos y deseados. Durante décadas, los dos únicos ejemplares que se conservan estuvieron en manos de sus dueños originales, y solo la muerte de uno de ellos hizo posible que apareciera uno a la venta en el mercado, por el cual se pagaron en la primavera de 2010 más de 30 millones de dólares. Ambos ejemplares tienen el honor de haber ganado el famoso concurso de elegancia de Pebble Beach, lo que refuerza aún más su significado dentro de la historia del automóvil.


La Miniatura

Un auto de esta estirpe merece una reproducción acorde, es por eso que AUTOart sube aún más la vara de calidad habitual con su línea exclusiva "Signature", acercándose mucho con ella a marcas premium como CMC y vaya si se nota, una pieza exquisita y delicada, cuyo examen requiere un buen tiempo, de absoluta tranquilidad y si éste es acompañado de un scotch malta pura de al menos 12 años aún mejor, el sentido del gusto nos lo va a agradecer, dado que la vista y el tacto están de parabienes, entretenidos ante la contemplación de esta réplica, que es de esas que enaltecen a la colección, aunque por el lado no tan bueno nos hace cada vez más exigentes y la capacidad de asombro ya no es la misma que en los comienzos.
Saqué una buena cantidad de fotos como para que se aprecie de la mejor forma posible, el color no ayuda dado que la mínima mota de polvo se hace presente en contraste con el negro brillante.
Algún que otro comentario iré mechando entre fotos para resaltar algún detalle.
Que lo disfruten.



Salida de escape sextuple...
Si la memoria no me falla, primera vez que veo algo asi.
Los cañitos metálicos y la prolijidad con la que están colocados es asombrosa.


Aqui se aprecian la costura central y la periférica trasera, con textura de remaches.



No hay ángulo en el que este auto no derroche belleza y refinamiento.





El interior, especialidad habitual de AA a la que estamos acostumbrados, salvo el hecho de que la tapicería es de cuero, y lo que sí se destaca es que no tiene el grosor ni la textura fuera de escala como sí suele ocurrir en otros intentos similares de imitar este material.
Lo mismo para la madera, presente en los contornos de ventanilla (cuyos ventiletes son operables), en el tablero de instrumentos y aro del volante, todo muy bien imitado sin brillos innecesarios.
En esta toma se observa el brazo metálico y su corredera que guían la apertura de puertas, cuyas cerraduras son operables desde la maneta exterior.




Hay cuatro ventiletes operables situados dos en el techo y dos bajo el parabrisas, todos con sus correspondientes mallas metálicas a modo de filtro del aire.


El motor, con sus 8 en línea, muy bien simulado el aluminio tanto en el block como en el parallamas el que además tiene el patrón del pulido que lo hace aún más realista.



El la trasera, una tapa extraíble permite acceder a la rueda de auxilio. Dicha tapa esta sujeta por dos diminutos imanes para prevenir caída accidental, inteligente recurso que viene a remediar un problema bastante frecuente y ya sufrido en carne propia con otras miniaturas con este tipo de piezas sueltas.


Otra de las sorpresas, la tapa del radiador es operable.

Quedan las vistas finales, gracias por pasar y espero lo hayan disfrutado.
Me voy a servir otro vaso de escocés.












viernes, 15 de abril de 2016

Mazda RX-7 (1980) - AUTOart 1/18

El Mazda RX7 fue producido por el fabricante japonés homónimo entre 1978 y 2002, en tres generaciones.
Como es sabido, este auto montaba un motor delantero rotativo Wankel, al igual que su antecesor el Cosmo, marcando de este modo la tradición de la marca en emplear este tipo de mecánicas casi con exclusividad para vehículos en serie.


También conocido como Savanna RX7 o Efini RX7 segun el mercado, su diseño derivaba del Lotus Elan y en su momento era competencia del Toyota Supra, o la línea Z de Nissan y en menor medida de los superdeportivos Honda NSX o Nissan Skyline.
Este auto fue muy visto en nuestro país, ya que entraron unos cuantos ejemplares a fines de los 70 con la apertura de importación de aquellos años, y hoy dia todavía se puede llegar a ver alguno por la calle, aunque a la mayoría se la encuentra en un estado bastante deteriorado, producto de la dificultad cada vez mayor de conseguir repuestos, más aún teniendo en cuenta su inusual mecánica la que, además, es bastante delicada y requiere de un conocimiento específico que no se encuentra en cualquier taller.
Yendo a la miniatura, el modelo representa a la primera generación, que llegó hasta 1985, a escala 1/18 lanzada por AUTOart hace ya unos años.
Tal como nos tiene acostumbrados esta prestigiosa marca, estamos ante una miniatura de excelente calidad, con un molde perfecto y unos acabados tanto exteriores como interiores de primera, con la habitual finura de líneas y huelgos mínimos entre paneles móviles, que resulta en un aspecto general muy realista, ofreciendo incluso sus faros delanteros retráctiles y todos los detalles aquí y allá que no hacen más que deleitar la vista, aún del más exigente, por ende es una pieza infaltable para todo aquel entusiasta de los autos japoneses clásicos.