miércoles, 20 de agosto de 2014

Batmobile 1966 - Hot Wheels 1/18

Se trata hoy del reportaje a un modelo muy deseado por quienes superamos los 40, el famoso Batímóvil de la serie de TV Batman cuya temporada se inició allá por 1966, cuando quien escribe tenia apenas un año de vida, protagonizada por el dúo dinámico Adam West, y Burt Ward, Batman y Robin respectivamente.

Este modelo, por problemas de licencia de larga data entre la Warner BROS y su diseñador George Barris no había podido ser replicado en 1:18 antes, sin embargo en otras escalas hubo algunas ediciones famosas como la de Corgi en 1:50 que hoy dia se cotizan muy alto entre los coleccionistas de comics, amén de las innumerables versiones "no oficiales" que produjeron cientos de fabricantes de juguetes en el mundo, incluso en nuestro país.

Una vez más, Mattel nos toma de rehén de sus acuerdos exclusivos y nos brinda en este caso una versión bastante digna del automóvil en cuestión (digo rehén porque no hay posibilidad de que otra marca lo replique en esta escala), con los pros y contras que detallaré a continuación.

Antes que nada, convendría hacer un pequeño repaso de la historia de este auto, que deriva directamente del Lincoln Futura, un automóvil muy adelantado en su época de lanzamiento, hacia fines de los 50, cuya recepción en el mercado fue casi nula debido precisamente a lo osado de su diseño, con esas cúpulas de plexiglás, el volante de medio circulo, sus comandos de caja de velocidades mediante botones, sus aletas traseras, sus faros delanteros escondidos, etc etc.



El productor de la serie, sobre el año 1966 le encarga a George Barris la construcción del batimóvil con determinados requisitos que debía cumplir, que no viene al caso enumerar ahora, pero el hecho es que tenia tan solo tres semanas de plazo para hacerlo.
Barris a todo esto, tenia el prototipo del Lincoln Futura que había comprado a la Ford Motor por el módico precio de 1 dólar, y decidió entonces debido al poco tiempo disponible hacer el batimóvil en base al mismo, conservando gran parte de su fisonomía prácticamente intacta.


Su impulsor era un motor V8 con caja automática de 2 marchas, más allá de que en apariencia el auto de la serie parecía funcionar con una turbina de jet.


La Miniatura

Matel presentó hace unos años esta reproducción en 1/18 en tres versiones, la regular de HW (mi modelo), y otras dos denominadas Elite y Super Elite, con terminaciones "algo" mejores...

Por lo que he leído en “bati-webs” por ahí, los moldes para la maqueta fueron confeccionados mediante un scan digital 3D del modelo real (el #1) con lo cual las formas logradas son lisa y llanamente perfectas, copian tal cual el auto, no necesito ver fotos para probarlo, pues lo tengo grabado en mi retina desde los 6 años de vida, y conozco cada detalle del mismo, y la miniatura no me decepcionó en lo más mínimo.
Por ser la versión regular, tiene solo apertura de puertas con sistema antiguo o sea “pata de perro”, muy anacrónica a esta altura, pero en fin es un HW…





Ya la versión Elite tiene apertura de motor y baul, pero atención, aquí habría que detenerse en lo siguiente y es que en el Elite dentro del capot encontramos a modo de motor una turbina, detallada, cromada y blablabla, pero ¿¿cuando en la vida en la serie de TV vimos el capot abierto del batimóvil??? Alguien alguna vez lo vio? Mmmmm....
Es decir, todos sabíamos que andaba con turbina, pero era mas bien una cuestión de magia, imaginación, nadie tendría por que develarme ahora, 40 años después (y menos que menos Mattel) cómo era esa turbina, si redonda, cuadrada u ovalada, si era roja, negra o gris.
Prefiero la magia a un invento…
Por eso a mi juicio es mas realista o fidedigna la versión regular, a “capot cerrado”.



Sigamos, como dije las formas son perfectas, la pintura bien por ser HW y todo el fileteado en naranja alrededor esta perfectamente aplicado, lo mismo los murciélagos en las puertas, y en el centro de las llantas, tal cual el modelo real.
Hay una inexactitud en el fileteado, le falta un sector sobre las luces de posición en la trompa, que ya muchos bati-nerds han detectado, y si bien es un trabajo fácil de hacer, no lo es el dar con la tonalidad exacta del naranja para que no se note el remiendo.
Yo por mi parte ya le di algunos toques de detalle omitidos en la cúpula con color aluminio, y lo más importante a mi modo de ver es la altura del auto, que tras desarmarlo logré bajarlo de adelante unos 2mm, lo suficiente como para igualarlo a las fotos del verdadero.



Además, la trocha trasera estaba groseramente ancha, y procedí a cortar el eje metalico que une ambas ruedas unos 5 mm para que de ese modo las ruedas queden bien debajo de los pasarruedas, y no al ras como venia el modelo originalmente.
Estas dos sencillas modificaciones han mejorado su aspecto de parado en un 50%, con lo cual ahora es sencillamente magnífico.
Interiores
Aquí, obviamente esta versión regular o descafeinada, tiene lo mínimo e indispensable, otra vez consulté a los Nerds del bati-asunto y muchos dicen que el teléfono esta mal ubicado, que los comandos, que las palancas, etc etc etc, cuestión que a mi lo que mas me interesa (en este caso) es el exterior, no soy un bat-fan como para ponerme a detallarlo a ultranza, creo que para el usuario diecastero promedio está más que bien, y por supuesto no pagaría por la Elite a cambio de las dos o tres cositas más que tiene su interior, que sigue con sus inexactitudes solo que en fotograbado en vez de plástico …, en fin...no se si se entiende...



Lo demás es bien escueto, el volante por ejemplo, pero volvemos a lo mismo, es un volante cortado y punto, me alcanza, no tiene alfombrado, y dudo también que el verdadero lo tuviera, mientras que la pedalera es sencillamente un chiste malo, están en relieve los tres pedales en el suelo, como saliendo de abajo, en fin un asco...

Resumen y corolario final.
Como vemos esto no es a lo que estamos acostumbrados, a comparar una maqueta con un auto fabricado en serie en el cual uno puede juzgar “esto esta mal”, “esto está bien”, este auto es mitad realidad y mitad mito, sumado a que además hubo otros 3 prototipos usados en la serie, hechos esta vez sobre chasis Ford Galaxie, con lo cual hay variantes y detalles que no son iguales en todos, creo hay que ir por lo sano y centrarse en su aspecto exterior que afortunadamente está perfectamente replicado gracias a la tecnología utilizada, por ello estoy muy satisfecho con el mismo, y vuelvo a repetir, creo que la versión regular nos da precisamente esto, un excelente aspecto exterior, dejando libre lo demás para ser completado con nuestra ilusión que, desde niños llevamos dentro, sin necesidad de que un Elite nos venga a mostrar un motor (o turbina), un alfombrado y otros detalles que nunca vimos, que yo al menos dudo de su originalidad, y que encima nos exprima la billetera con un sobreprecio de no menos de 100%
Lo recomiendo?
Sí obviamente, es una compra emocional mas que racional, de esas a las que uno no puede resistirse.
Las últimas fotos, junto a su hermano de 1989 de la película de Tim Burton, también de Mattel y que hoy día, curiosamente, cotiza mucho más que el que acabo de presentar.












jueves, 14 de agosto de 2014

Ferrari 365 GTB/4 Daytona (1968) - Comparativo - Kyosho 1/18

Los Ferrari clásicos son vehículos bellos en todo sentido, desde lo puramente mecánico por el placer que brinda esa magnífica sinfonía que produce el legendario V12, hasta sus formas, donde los más renombrados diseñadores italianos han plasmado todo su talento en moldear magníficas obras de arte sobre ruedas.




Es por eso que si hablamos de modelos de competencia, siempre me gustaron los concebidos exclusivamente para las pistas, y no aquellos derivados de vehículos de turismo, pues al adaptarlos para correr con el consabido agregado de spoilers, alerones o tomas de aire por lo general estropean la línea tan bella que los caracteriza, incluso hasta algo tan simple como los números o leyendas ya los afean bastante.
Por eso es poco frecuente en mi colección 1:18 el hecho de tener dos versiones (calle y carrera) de un mismo auto, y en el caso de Ferrari es el único, no me pregunten por qué pero me gustó apenas verlo, quizá sea porque en definitiva su estética no se vió tan comprometida como apuntaba más arriba.


Las miniaturas, en escala 1/18, son dos versiones del Ferrari 365 GTB/4 “Daytona”,
Ambos son de Kyosho, el de calle del catálogo de 2001/2002 y el de carrera de 2003.

El citadino corresponde al diseño original de Pininfarina con el frente de plexiglás transparente que oculta detrás a los 4 faros principales, concepto que fue al poco tiempo cambiado para adaptarle otro con faros retráctiles, mecanismo que en este caso fue eliminado para el modelo GT.
El cambio del frontal fue para cumplir con las duras exigencias de la reglamentación yanqui, mercado al cual apuntaba Ferrari con este modelo, y para que no queden dudas de ello, apodó al mismo como “Daytona”, a raiz del triplete obtenido por Ferrari en las 24hs de Daytona en 1967 con las legendarias 330P4, venciendo a los locales Ford.


La denominación “365” corresponde al cubicaje unitario de cada cilindro, lo que multiplicado por 12 arroja casi 4,4 litros de cilindrada.
La caja de cambio iba adosada al diferencial trasero, logrando un equilibrio de masas nunca visto en un auto con motor delantero, que dicho sea de paso, fue el último en portar el V12 delantero, luego de casi dos décadas.


El modelo de competición, tuvo una actuación meritoria dentro del Grupo 4 GT, tras tímidos comienzos con abandonos en 1969 y 70, en 1971 cosechó un 12° en Sebring y un inesperado 5° en Le Mans, tras los 917y las 512M.
Aunque nunca corrió de manera oficial, sí lo hizo a través de equipos privados, como Pozzi (Francia), NART (USA), Filipinetti (Suiza), Francorchamps (Belgica) etc.
Por tal motivo, en Le Mans llegó a haber hasta 9 incriptos multicolores.
La versión mostrada, corresponde a 1977, las 24Hs de Daytona en el cual logró el 5° puesto, con el actor Paul Newman como uno de sus pilotos.
Siguió cosechando buenos palmarés hasta bien entrado 1979.

Centrandonos en la comparativa, destaca la ausencia de paragolpes en el GT, llantas y neumáticos sobredimensionados, y pequeñas aletas al costado del capot.
No muchos cambios.
De perfil son casi iguales, asoman los escapes en el lateral del GT, y la ventanilla fue reemplazada por plexiglás con un pequeño postigo corredizo (que se puede mover en la miniatura)



Vista superior, no se aprecian grandes diferencias, solo los aletines frontales, diferentes limpiaparabrisas y la decoración



Tres cuartos de frente, de un lado llantas más gordas, del otro sobriedad y limpieza de líneas



De atrás, las diferencias son ya mucho más notorias:



Y no solo externas.
El GT, todo el sistema de combustible de seguridad, con sus bocas de carga que pasan a través de la tapa del baúl. El de serie, solo bien tapizado, para poner cosas e irse a pasear.



Vamos a los interiores, si hay algo que Kyosho siempre hizo y hace bien son los interiores, desde el comienzo con su burlete pintado de negro, siguiendo hacia dentro con el instrumental prolijamente detallado y en profundidad, el volante cuyo aro imita madera, pero que el color no está muy bien logrado...
La textura de asientos (son blandos), la clásica palanca de cambio con su rejilla metálica, y el piso finamente terminado completan el conjunto.



En el caso de la versión GT, algunas cosas fueron eliminadas en pos de reducir pesos, y otras fueron agregadas, como por ejemplo la butaca de competición, y la barra antivuelco.



El arnés es una pequeña maravilla, con hebilla de 5 puntos metálica y cintos de tela



Como se comentó, las ventanillas del GT son fijas de plexiglás, e incorporan un pequeño postigo corredizo (movible) que en este caso vemos abierto.
Esos dos pequeños insertos junto al numeral son las luces reglamentarias que lo iluminan durante la noche, recordemos que es un auto que debe correr 24hs ininterrumpidas.



Ahora la mecánica, el alma de estos bólidos.
Versión serie a capó abierto vemos lo cuidadoso de su realización.
Empezando por el vano motor, todo pintado de negro, un detalle de calidad pues requiere dos procesos de pintura.
También su burlete perimetral está pintado de negro.
Completan el panorama, el capo forrado internamente y los dos pistones a gas que lo sostienen abierto:



La versión racing ofrece al V12 con cambios en la admisión y tomas de aire adicionales
 


Más fotos con su referente 1:1 de la revista:








Por útimo, los bajos, en los cuales se aprecia la diferencia de rodado, las distintas configuraciones de los escapes, y la estructura del chasis similar en ambos.
Las suspensiones, por supuesto son móviles mediante resortes.



En resumen, no se trata de un mismo molde con el simple agregado de las franjas y calcos, sino que ambos tienen muy pocas piezas en común entre sí, algo muy destacable y de esperar en una marca tan prestigiosa como Kyosho.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Fiat X1/9 (1973) - Minichamps 1/18

El Fiat X1/9 nació allá por 1969 originalmente como un concept car, denominado Autobianchi A112 Roundabout, y diseñado por Bertone.

Fue concebido alrededor del nuevo motor SOHC y caja del Fiat 128, usando ambas partes del conocido tracción delantera, pero de una forma más radical, es decir moviendo enteramente el conjunto transversal y suspensión desde el frente del 128 hacia la parte trasera de la cabina de pasajeros del X 1/9, directamente adelante del eje trasero, con los múltiples mirando hacia atrás, dando por consiguiente una disposición central.

El tanque de combustible, asi como la rueda de auxilio estaban montados uno al lado del otro entre medio de los asientos y el motor, maximizando en consecuencia el peso en la parte central del auto.




El nombre proviene del código de identificación de proyecto interno de Fiat, dado que la fabrica codificaba X0 a los motores, X1 a los autos de pasajeros y X2 a los vehículos comerciales, siendo la /9 la secuencia numérica dentro de esa categoría que le corresponde a este vehículo.


Lo curioso es que es el único caso en Fiat que no tuvo otra denominación comercial, porque todos sus otros contemporáneos sí la tuvieron, veamos:

X1/1 es el Fiat 128
X1/2 el Autobianchi A112
X1/3 el Fiat 130
X1/4 el Fiat 127……X1/20 el Lancia Montecarlo …..X1/38 el Fiat Ritmo etc.

Originalmente fue proyectado denominarlo Fiat 128 Spider, pero finalmente quedó bautizado de la forma descripta.


El monocasco era producido en la planta de Bertone en Torino, y enviado a la cercana fabrica de Fiat para el montaje de motor, mecánica, interior y terminación final, todo esto en el período desde 1972 hasta 1982.
A partir de ese año, y hasta 1989 el auto fue producido íntegramente en Bertone, ya bajo su marca es decir denominado Bertone X1/9


En cuanto a su desempeño, las críticas de la época destacaban su gran maniobrabilidad y manejo divertido, ya que su disposición mecánica era la de un gran deportivo, pero el pequeño motorcito de 1290cm3 y 75hp no estaba a la altura de la performance requerida, ya que el monocasco, a pesar de ser un spider era más pesado que el sedan, por la gran cantidad de refuerzos en los bajos necesarios para mantener la rigidez estructural del conjunto. Por este motivo era uno de los pocos modelos que en esa época pasaba los controles de seguridad de USA, muy estrictos para los importados y a la vez más laxos para con los producidos localmente.


Más adelante hubo otra version de 1490cm3 y 85hp destinada a USA, para lo cual también se le adaptaron unos gruesos paragolpes para cumplir con la reglamentación de ese país.
La disposición mecánica también complicaba un poco el acceso al motor para mantenimiento, y a su vez ocasionaba algunos problemas de temperatura debido al encierro.
Otro problema bastante reportado fue la corrosión, algo a lo que no estaba exenta ninguna de las marcas contemporáneas.


La Miniatura 

Luego de esta apretada introducción, vayamos al modelo en escala 1/18, concretamente de Minichamps, presentado a principios de 2003, y desde entonces en mi colección.
Años antes había comprado el modelo en 1/43, también de Minichamps, con la idea de que nunca habría de reproducirse este raro ejemplar en 1/18 dado la escasa tendencia (en ese entonces) de la escala 1/18 hacia los autos “comunes de calle”.


Cuán errado estaba…Minichamps vino a cubrir ese hueco con magníficos modelos, por caso los ya publicados VW1600 TL ; Opel Kadett C ; Opel GT/J etc.
De ahí en más, la 1/18 ya no sería lo mismo, se venían tiempos de explosión de marcas y modelos, al punto de ya no poder seguirle más el tren...

Volvamos. El modelo está muy finamente reproducido, fiel a la tradición de Minichamps en esos años, con aperturas en todos sus vanos, techo targa removible, suspensión mediante resortes, un interior espectacular, y pintura y tampografía impecables.

Una primera vista a junto su hermanito en 1/43 a modo de idea de escala.








Parte trasera, con sus semi paragolpes en negro mate, el caño de escape hueco (como debe ser), y los faros en acrílico de distintos tonos.
Detalle del baúl, con su tampografía.



Vemos la trompa, luciendo similares paragolpes que la zaga, y con una toma de aire inferior reproducida en negro y aunque no perforada, con una textura que da esa impresión.

En esos años todavía no era común el uso de grillas fotograbadas.

Con los faros en posición de encendido, no dispone de ningún mecanismo adicional, aunque estando unidos entre sí al levantar uno con el dedo, el otro acompaña la acción.

Como en casi todos los casos, siempre luce mejor con ellos en posición cerrado.



Los interiores, están reproducidos con gran realismo, ejemplo el tablero detrás de su protección transparente. La variedad cromática del resto es acorde al modelo real.



El panel de puerta hasta incluye el pestillo de traba, diminuta pieza que hay que tener cuidado de no romper al manipular la puerta con el dedo para abrirla.



El color de la tapicería es muy agradable, y hace buen contraste con el rojo exterior.



La parte trasera, tiene dos aperturas, una para el baúl, muy bien detallado con su alfombra de goma y criquet en su interior, y la tapa del motor central, que deja entrever el apretado motor 128. Como siempre, Fiat facilitándole la labor a los mecánicos...



La parte frontal, tiene otro compartimiento, adecuadamente detallado y completo, que sirve para alojar el techo targa removido y algún que otro equipaje de sus ocasionales dos pasajeros.



Un detalle asombroso es la placa de identificación, en la que se puede leer claramente el modelo y número (puse una lupa delante de la cámara para que ésta pueda enfocarla)
Esa placa es conocida, quien alguna vez levantó un capot de cualquier Fiat nacional desde un 600 a un 125 se encontraba con la misma. (me refiero a la inferior izquierda)



Toma de aire lateral, emblema Bertone, y manija de puerta.

Las ruedas merecen otro párrafo aparte, extremadamente detalladas, bien realistas




Una vista general, con todas sus aperturas desplegadas



Y como siempre, los bajos, con su suspensión operativa y la parte inferior del motor, que (como corresponde) es una sola pieza con el resto de la mecánica que se aprecia bajo la tapa superior.



Conclusión, un modelo que pese a su “antigüedad” sigue destacándose por su singularidad (no lo reprodujo ninguna otra marca) y por su calidad percibida frente a otros contemporáneos.


Las fotos fueron tomadas hace unos cuantos años también, con una cámara de inferior resolución, y con condiciones de iluminación deficientes.

Hoy dia las prefiero con luz diurna natural, pero así todo creo que el reportaje todavía cumple su cometido.