domingo, 27 de diciembre de 2020

El último del 2020 - Nissan Cherry Coupé X1 (1971) -- Ebbro 1/43

Sin dudas éste año marcó un hito en la historia de la humanidad, la peor pandemia de por lo menos el último medio siglo que asolara a todo el mundo por igual, y que por desgracia todavía no culminó, y lejos está aún de hacerlo ya que se avecinan los nuevos rebrotes, cada vez más letales, que se están produciendo en el hemisferio norte al momento de escribir estas líneas y que tarde o temprano llegarán aquí al sur.

Lo cierto es que todo este fenómeno que impuso permanecer encerrados en nuestros hogares por largos meses planteó la necesidad, más allá de las obligaciones laborales que tuvimos que realizar de forma remota desde casa quienes pudimos hacerlo, ante la imposibilidad de salir a la calle en nuestras horas de ocio de buscar alternativas de esparcimiento "no electrónico", es decir nada de series ni películas por internet, salir de una vez de delante de la pantalla, cansados de gestionar todo a través de ese canal, desde los pedidos de alimentos, los pagos de impuestos, agotadores e interminables zooms laborales, y alguna que otra reunión social virtual. (colegio de los chicos, amigos, etc)



Para nosotros que ya veníamos con un hobby tangible en metal y plástico, toda esta situación nos vino (dentro de lo malo) casi como una bendición, tener el tiempo disponible para dedicarle a nuestra colección, ya sea ordenando, limpiando, echando mano para detallar, simplemente contemplando o bien como en mi caso, por fin exhibiéndola! 


El primer paso ya estaba dado a principios de año, el sueño del lugar propio con todos los modelos ya iba tomando forma, y para marzo la mayoría de los estantes y puertas estaban ya listos, los que fueron armados y colocados por manos propias.


Para algunos todo esto era la tarea más difícil, sin embargo sabemos que en nuestro hobby lo más arduo siempre son las mudanzas, y sobre todo el tedioso ritual de sacar decenas de modelos de sus cajas, destornillador en mano, tratando de no estropear nada, para luego disponer de las cajas vacías nuevamente en su sitio y ordenadamente.


Al dia de la fecha, está a un 95% de avance, "felizmente incompleta" parafraseando a un amigo y colega coleccionista en su blog.
Los modelos, como bien saben quienes me conocen o siguen mi blog son en 1/18 y en 1/43 exclusivamente, repartiéndose en 1/3 y 2/3 respectivamente del total, y la temática es variada mientras que representen ejemplares de hasta el año 2000 con alguna mínima excepción.
La satisfacción de ver el fruto de 25 años de paciente búsqueda y recopilación no tiene precio, y solo lo entendería quien tiene un pasatiempo afín.


Ah, y el modelo? Cierto...
Es que con tanta emoción del sueño cumplido el pobre Nissan Cherry quedó relegado a un rol secundario, casi meramente ilustrativo.

En rigor es uno de los últimos en ingresar a la colección, y qué mejor que se trate de un japonés clásico, y de una excelente réplica de Ebbro para su serie "Oldies" que hacía rato tenía ganas de incorporar, que apareció así sin buscarlo, de ocasión en venta por otro coleccionista amigo, quien está centrándose en otra temática y desprendiéndose de todos esos modelos que le quedan fuera de ella.
Como todo Ebbro, su factura es impecable, desde el molde y la pintura, pasando por los  cristales, limpiaparabrisas en fotograbado, insignias tampografiadas, una pieza realmente destacable en todo aspecto.


Y aquí lo vemos, a punto de bajar a su lugarcito entre sus connacionales para ir completando de a poco una resumida serie de los principales clásicos japoneses de los 60 y 70, temática que me fascina y que descubrí tarde sino creo que hubiese sido el eje de mi colección.


En fin, como decíamos al comienzo, no hay mal que por bien no venga, de todas maneras esperemos que el año entrante, pese a que el horizonte pinta oscuro, venga mejor que éste, tampoco hace falta tanto, vamos...

A todos los colegas y amigos, les deseo lo mejor y que tengan unas fiestas en paz junto a sus seres queridos.
Hasta el año próximo!



sábado, 30 de mayo de 2020

Jaguar E Type 3.8L Series 1 (1961) - AUTOart 1/18

En los años 50, la firma de Coventry estaba a la vanguardia en competición, su modelo insignia el C Type, derivado del XK120, le dio su primera victoria en Le Mans en 1951, de una serie de 5 triunfos en los próximos 7 años, coronados con 3 consecutivos del 55 al 57 con el exquisito D Type.
Esto hizo que sus rivales recogieran el guante y ya para 1958 Ferrari dominaba Le Mans, mientras que en 1959 lo hacía Aston Martin.
Mientras tanto, Jaguar seguía durmiendo en los laureles obtenidos a lo largo de esa década y se limitó a evolucionar el XK120 en 140 y luego en 150, finalizando con el XK150S con el poderoso L6 de 265 HP.
Pero ya iniciada la década del 60 estos autos lucían desactualizados, frente a estilizadas Ferrari 250 GTO o Aston DB4



Los diseñadores de Jaguar sabían que hacía falta algo diferente, por eso tomaron inspiración en aquél D Type de competición y basaron su nueva creación en ese diseño, tomando muchas soluciones mecánicas usadas en el ámbito deportivo como el chasis tubular, solo que reemplazando el aluminio por acero pero aún así resultaba más liviano y resistente que su antecesor XK150.


Por lógica alfabética, el nuevo modelo sería el E Type, y adoptaría el mismo L6 de 265HP
El modelo fue presentado en el salón de Ginebra de 1961, y causó un gran impacto, al punto que como comentamos en la entrada del XJ-S el mismísimo Don Enzo Ferrari lo calificó como "el más bello automóvil jamás producido", concepto aún hoy vigente en el mundo automovilístico y sigue siendo fuente de inspiración de los diseños de la marca.
Nadie mejor que AUTOart para captar toda la esencia de un ícono automotriz como es el E Type.

Si bien el color por obligación para la réplica hubiese sido el British Racing Green, terminé decantándome por el negro por una sola razón, el interior en color claro.
Personalmente siempre elijo los interiores claros por sobre los negros ya que se lucen mucho mejor.
Una lástima que la versión en verde no lo ofrezca pues hubiese sido perfecta.
Comentamos que el diseño provenía de la competición, y uno de esos rasgos puede verse en el capot, si bien no es raro ver autos con apertura de atrás hacia adelante, en este caso directamente se levanta todo el frontal dejando a la mecánica, maravillosamente reproducida, a la vista.


Otro aspecto deportivo se nota en la posición del motor, detrás del eje delantero, para darle el reparto de pesos óptimo.
Siendo un modelo de la serie Signature, ofrece suspensiones operativas las cuales al quedar el frontal en descubierto se pueden apreciar en acción al presionar.
El resto está a la vista, múltiples de escape, carburadores SU y su filtro de aire triangular.
Por debajo unas maravillosas llantas de rayos, según indica el folleto adjunto son metálicos y montados individualmente a mano, una verdadera obra de arte.
Completan el conjunto unos neumáticos de perfil y dibujo realistas.

En el frontal llama la atención los aros cromados que dan contorno a las burbujas de los faros, así como la bagueta que surca por arriba del guardabarros, ambos puntos característicos del E Type, lo mismo su silueta lateral de un largo capot y una cola corta y afilada, con el paragolpe repartido en dos secciones en sendos extremos.

El portón trasero de singular apertura horizontal y a su lado la tapa del tanque de combustible, que aunque diminuta es operable.


El interior es otro de los fuertes de la marca, utilizando cuero para las butacas y texturas metálicas para tablero, relojes y volante exquisitamente reproducidos, éste último hasta replica la veta de la madera en su aro.




En resumen, un auto que es casi obligatorio para todo coleccionista por lo que el mismo representa en la historia del automóvil, algo así pues merece una réplica a su altura, y creo que AUTOart ha hecho una maravilla con él, un merecido tributo en escala, de esas piezas que dan para quedarse largo rato admirando.






miércoles, 20 de mayo de 2020

Jaguar XJ-S V12 (1985) - AUTOart 1/18

El Jaguar XJS, tuvo la mala fortuna de ser el sucesor directo del E-Type, "el más bello auto jamás producido", según palabras nada menos que de don Enzo Ferrari.

A pesar de haber sido creado por el mismo dúo que pergeñó a su mítico antecesor, Sir William Lyons (responsable de Jaguar) y Malcolm Sayer, especialista en aerodinámica que lamentablemente no llegó a verlo, pues falleció meses antes que su boceto fuera seleccionado para producción, este XJS no tuvo la bienvenida esperada, y es lógico que así sea pues el E Type había dejado la vara muy alta.



Presentado en 1975, las críticas lo destruyeron, calificándolo las más benévolas como “controversial” y las más duras como “feo, o aburrido” directamente.

Algo muy común en soluciones de diseño rupturista es que despierten pasiones u odios, díganselo a Citroën sino.
En este caso el remate de los gruesos pilares traseros fue criticado, no solo por su estética sino por temas de seguridad en algunos países para homologarlos, aduciendo disminución de visibilidad.


Fue un auto grande por fuera, aunque no tanto por dentro como se podría inferir, pero dotado de un confort exquisito, entre lo más destacado unos opulentos asientos de cuero Connolly y suficiente madera como para construir un fuerte.



Todo el pesado conjunto era movido por un poderoso motor V12 de 5.3 litros y 295hp que le daba unas prestaciones muy buenas, aunque lejos de ser deportivas.
No voy a extenderme más en este apartado para las entradas, para eso hoy está Internet, y sinceramente llenar de datos que abruman hace tediosa la lectura, al menos a quien esto escribe.

Volviendo al tema, este cambio de paradigma en la marca, sumado al diseño que ya comentamos, y el hecho de presentar un propulsor ávido de combustible justamente en el inicio de la crisis del petróleo de principios de los 70 condenó al XJ-S a una muy baja demanda.

Su confiabilidad tampoco fue destacable, como en todo producto británico su chaperío era proclive al oxido prematuro, y la compleja mecánica muy celosa en su mantenimiento.
Un V12 no es un motor precisamente sencillo de atender, pueden dar cuenta de ello propietarios de Ferrari y Lamborghini también.
Se mantuvo en producción en la planta de Coventry por largos 21 años hasta 1996, por cierto para esa época bastante superado en diseño, y su reemplazo vino de la mano del XK


Yendo a la miniatura, en líneas generales no “entra por los ojos”, ni tampoco será el foco de atención de cualquiera que visite nuestras vitrinas, pues de afuera es un auto más bien feo, poco atractivo.
Su encanto radica cuando uno lo descubre, se acerca y lo aprecia en detalle, ahí es donde vemos la mano de AUTOart reproduciendo todo lo que se ve, y lo que no se ve también.

Cosas como el interior, vano motor, baúl completo, en ambos casos sostenidos por amortiguadores simulados, las luces son realmente exquisitas, replicando no solo su exterior sino su interior llegando a las lámparas.


En resumen un modelo exquisito, otro exponente más de los buenos viejos tiempos de AUTOart que todos añoramos, que seguramente se convertirá en un clásico del coleccionismo en un futuro, dada la masiva migración en general hacia los modelos sellados, de resina o “composite” como AA los denomina, con lo cual ya coleccionar en escala 1:18 además de caro (pues los precios contrariamente a lo que uno supone, suben) ya no tendrá el mismo encanto, de hecho yo prácticamente he dejado de comprarlos por dichos motivos.
Por suerte todavía quedan muchas joyas como ésta para descubrir, y para compartirles.



viernes, 1 de mayo de 2020

Ford Model T Bombero (1914) - Road Signature 1/18

La cuarentena posibilitó que vuelva a estas pamplinas, a las que hacía rato tenía ganas de retomar, pero nunca encontraba el momento para dedicarle tiempo, no tanto para escribir una entrada sino más que nada para las sesiones de fotos que son las que más lo consumen. Sin más preámbulo, vayamos a lo importante:

Para introducir esta nueva entrada, una breve reseña histórica de este modelo, el mítico Ford T de 1914, vehículo que por su versatilidad y relativo bajo coste fue rápidamente adaptado para su uso en servicio de bomberos de pequeñas ciudades de los Estados Unidos con bajos presupuestos, y luego en años siguientes en otras de Europa como Milán, que incorporó una unidad ya posterior, de 1926, con un chasis más largo, y con carrocería de la conocida American La France. Allí cuenta la leyenda que Henry Ford quedó tan enamorado de ese camioncito que le cedió a dicha comunidad un nuevo modelo 1938 a cambio del mismo.



El ejemplar replicado por Yat Ming para su línea Signature Series en 1/18 representa al modelo T en su configuración original y más rudimentaria, con su sencillo motor de 20hp, transmisión de 2 velocidades y reversa con mando a las ruedas traseras.



Adornado en brillante rojo con filetes dorados que hacen juego con la profusión de accesorios en bronce pulido como ser campanilla, recipientes, valvulas, manómetros y picos de manguera, radiador y faros principales, junto al típico faro de búsqueda direccional.

Adicionalmente lleva una escalera confeccionada en madera real, desmontable y con función de extensión, al igual que la manguera de tela desenrollable mediante manivela.


En síntesis, un modelo muy vistoso, como lo son la mayoría de los de esta temática, pero que con el encanto especial del Ford T forma un conjunto difícil de pasar por alto, que invita a admirar por un largo rato hasta sus más mínimos detalles.