viernes, 18 de mayo de 2018

Nissan Skyline R34 (1999-2002) - AUTOart 1/18

La historia del Nissan Skyline arranca en el país del sol naciente allá por 1955, es decir bastante antes de que las más recientes generaciones lo hicieran conocido, en gran parte gracias a las películas.

En un principio era un auto familiar, sedan de 4 puertas, al que luego le fueron agregando versiones coupé y más tarde deportivas. Acompañando dichos cambios se fue migrando de las mecánicas iniciales de 4 en línea hacia las de 6 en la misma disposición, pero adicionando turbos simples y posteriormente dobles, lo que hizo que se destacaran por su desempeño, siendo a partir de 1974 que se empieza a usar la sigla GTR y a participar de las competencias locales de Japón.

Desde fines de los 70 sus principales rivales fueron el Mazda RX7, la Toyota Supra, y posteriormente en los 90 el Honda NSX


Sin entrar en tediosos detalles técnicos y mecánicos del que justamente este auto tiene innumerables variantes, solo comentar que el modelo de esta semana corresponde a la décima generación, entre 1999 y 2002 y fue quizá la más apreciada y aún deseada, pues es el símbolo de la ingeniería japonesa al crear un automóvil capaz de competir con otros coches que podían llegar a costar más del triple de su precio. También se ha convertido en uno de los preferidos por los fanáticos de los automóviles de altas prestaciones, ya que al quitar las restricciones del motor y realizar algunas modificaciones éste puede entregar más de 800 cv (para ajustarse a la normativa japonesa, el GT-R venía capado de fábrica).

Además, este coche fue específicamente creado para el mercado japonés, por lo cual no cumplía con la normativa europea o americana de emisiones de gases, y tampoco era posible cambiar de lado al volante pues la disposición mecánica lo impedía, con lo cual esto contribuyó aún más a convertirlo en un vehículo de culto.


La Miniatura

Siendo de AUTOart, es de esperar ver (pese a sus ya tres lustros encima) terminaciones de máxima calidad, tanto en pintura, insignias en fotograbado, tapizados e interiores de primera, lo que convierte al conjunto en una pieza finísima, y que hoy día resulta difícil de hallar por esas cosas de la marca y sus tiradas cortas como ya es usual en gran parte de su ya extenso catálogo.