jueves, 30 de noviembre de 2017

Chevrolet Corvette Sting Ray Racer (1959) - AUTOart 1/18

El Sting Ray Racer de 1959 surge como proyecto privado de Bill Mitchell (Vice Presidente de G.M. y Jefe de Diseño de 1958 a 1976).


Durante una visita de 1957 al salón del automóvil de Turín, su buen ojo fue atraído por una forma baja, optimizada agresivamente sobre un coche de carreras miniatura. Era un Fiat, puesto a punto por el famoso preparador Abarth y estilizado por el carrocero Pininfarina. Tenía un perfil muy bajo y redondeado, forma conocida como "streamliner" con cuatro distintivos repuntes por encima de cada rueda que permitía al resto de la superficie del cuerpo ser muy bajo.


Arriba: 1952 Alfa Romeo Disco Volante, y algo que a Bill Mitchell le llamó mucho la atención, la línea de cintura alrededor de todo el coche que une las partes superior e inferior, que se convertiría en un elemento importante del estilo de los Sting Ray Racer 1959 y el Corvette C2.

Ese momento crucial - centrado en los repuntes por encima de las ruedas - conducen a la creación del Sting Ray Racer y a cambiar para siempre la historia del Corvette.

Como dijimos al principio fue originalmente concebido por Bill Mitchell, este proyecto no llevaba ninguna identificación GM, Chevrolet ni Corvette. Esto se debía a una normativa vigente a fines de los 50 en USA que prohibía la competición, así como toda publicidad en autos relativa a velocidad, performance y carreras, aduciendo cuidar la seguridad pública, pero lo que realmente perseguía era reducir la ascendente espiral de costos de la industria.

Años después, y ya superada esa prohibición, el prototipo fue adquirido por GM, fue pintado de plata y presentado en el salón del automóvil de Chicago 1961.
Se añadió también un parabrisas del pasajero. La insignia, la misma que utiliza en Corvettes de 1963, fue agregada en 1961.


La Miniatura

Pertenece a la primera época de AUTOart, principios de los 2000, caracterizada por un gran apego a las formas y los mínimos detalles, lleno de aperturas y piezas separadas e incluso perforadas como puede notarse en las ventilaciones de capot y parrilla, todo en metal y a un precio competitivo.

Virtudes a contramano de lo que es hoy la marca, modelos en "composite" (una forma elegante de nombrar a la resina), sin aperturas y a precios prohibitivos que desalientan no solo al recién iniciado en este hobbie sino que ahuyentan y también a los veteranos como nosotros que a la vuelta de los años ya no nos pueden engañar de semejante manera vendiendo gato por liebre.