Para el regreso a los Grand Prix de la temporada 1954, el departamento de carreras de Mercedes-Benz construyó tres transportes especiales para el modelo W196 "Flecha de Plata", hacia y desde los circuitos.
El modelo de autobús de Mercedes-Benz O3500 sirvió de base para estos transportes cerrados.
En contraste con el camión L3500, el autobús tiene un chasis substancialmente más bajo con una caída hacia el eje trasero.
Esto creaba el espacio necesario para el transporte de dos coches de carreras uno sobre el otro en los órganos de la gran caja de carga.
En total, el carrocero Ludewig en Essen había construido tres transportadores de carreras con cuerpos voluminosos para Mercedes-Benz. Dos de estos sirvieron para el transporte de vehículos, mientras que el tercero se habilitó como taller móvil.
La flota para eventos de competición se completaba con camión L3500 y – a partir de 1955 – el legendario transportador abierto basado en un clásico de Mercedes-Benz, el 300 SL.
Fiel a su tradición, Mercedes ha reconstruido uno de estos O3500 para su museo, llevándolo a su estado original.
La Miniatura
Me topé con ella sin saber de su existencia, en una reciente visita a París, al ingresar en un gran showroom de Mercedes Benz en los Champs Elysees.
El ejemplar en cuestión resultó ser el único en toda la tienda (y según el empleado ya no habría reposición), asi que no hubo otra que traerse el de exposición, que al estar en la vitrina sin su caja tenía un poco de tierra pero más allá de eso y luego de una inspección general todo parecía estar en orden, al menos los espejos y limpias estaban ahi, intactos.
El modelo es pesado, aunque no lo que su tamaño sugeriría, por ser de resina, pero gracias a ello la superficie tiene una tersura incomparable a uno de metal, la pintura parece un cristal y hasta da pena tocarlo a riesgo de dejar las huellas marcadas en tan impoluta pieza.
No hay más que lo que se aprecia desde afuera, es decir no tiene apertura del portón trasero (como uno esperaría) como el caso de su compañero más moderno, O317 de Premium Classixxs, sin embargo la delicadeza de su ejecución general, fiel al estilo Neo nos deja más que satisfechos, ejemplo de ello los cristales finísimos, con sus contornos en fotograbado al igual que los limpias y la estrella del morro.
Y otro punto a considerar es su rareza, pues como dije al principio para mi fue toda una novedad, comprobada luego al buscarlo por Ebay que no aparece en abundancia, con lo cual estoy doblemente satisfecho al ser de los pocos que he traído en mano desde tan lejos y es uno de mis recuerdos más preciados de ese hermoso viaje.
Binz Gmbh es una compañía independiente alemana, que desde hace casi 80 años produce ambulancias, camiones de bomberos y otros vehículos de emergencia, mayormente sobre plataformas Mercedes Benz.
Uno de sus modelos más emblemáticos es aquella realizada sobre la plataforma del 190 W110, y que quienes peinamos canas guardamos especial cariño por ella, tras horas de juego con la querida #3c de Matchbox Lesney.
Sin más preámbulo, vamos a la protagonista de esta entrada, oficialmente denominada por Minichamps como Mercedes Benz 190 Ambulance DRK (por Deutsche Rot Kreuz - Cruz Roja Alemana) en 1/43, modelo que apenas lo ví y producto de lo comentado más arriba, no pude resistirme con él.
Hacía rato que no incorporaba un Mercedes clásico a la colección, los últimos habían sido los de la colección de Ixo-Altaya de hace un tiempo, que para muchos fue un golpe bajo pues de repente nos encontrábamos con modelos a precio ridículo y que años atrás habíamos pagado significativamente más, y para peor los nuevos en algunos casos los superaban en acabados, pues los moldes de los 90 no eran los de hoy dia, pero en fin, es tema para otro hilo.
Entre toda esa nueva ola, curiosamente esta bella ambulancia no fue parte de ella, pero sí el sedan del cual deriva, asi que fue una agradable sorpresa verla finalmente reproducida, y nada menos que por Minichamps.
Hubiese querido que fuera en el esperable color blanco de toda ambulancia, y es muy probable que luego de esta tirada de 1584 piezas la editen en ese color, en es caso ya oyerán mis gritos de protesta!!
El portón trasero da la impresión de ser practicable, se nota claramente que es una pieza separada, sin embargo estuve estudiándola detenidamente y no veo bisagra interior que denote apertura, creo que de ser así hubiese sido el "non plus ultra", faltaría la camilla extraíble para ser un perfecto "deja-vu" a la infancia.
El interior como es de esperarse, finamente reproducido tanto en el puesto de mando como en la parte trasera donde se encuentra el equipamiento de la ambulancia, el que resulta muy dificil de apreciar incluso en mano pues las ventanas traseras tienen la consabida lámina de privacidad semi transparente, pero ahí estan dentro la camilla e incluso una silla de ruedas a su lado, en el lateral derecho.
Terminan de adornar al modelo, la sirena en azul en tamaño adecuado a la época, el respiradero del techo y en el frontal del mismo la pequeña cruz roja que (supongo) sería luminosa en el vehículo real.
La estrella en el frontal en fotograbado, imprescindible para todo Mercedes que se precie.
Quizá le criticaría los limpiaparabrisas, algo gruesos, pero fiel al estilo Minichamps en este apartado, pues no le conozco modelo al que le hayan hecho los limpias en fotograbado, que al igual que las antenas lucen grotescas y fuera de escala.
Dejamos para el final las tomas obligadas con el juguete de niño.
Espero que lo hayan disfrutado.
La línea de camiones FK fue producida en Alemania, iniciándose a principios de los ´50 y a lo largo de una década en dos generaciones.
Inicialmente se los conocía como Ford Rin pero resultó que esa marca estaba registrada por otra firma alemana, con lo cual luego de la disputa legal pasaron a llamarse simplemente FK por Ford Colonia (Köln en alemán), y los distintos modelos diferenciados por la cifra de carga útil.
Al comienzo se produjeron con motores gasolina V8, resultando poco eficientes, con lo cual la firma decide ir por una planta motriz diesel, adaptando un diseño de la estadounidense Hércules, ensamblado para Ford por Knorr en Münich, un seis cilindros de 4080 cm3 con una potencia de 94CV que se instaló en las versiones de 3, 3 y medio y 4 toneladas.
En cuanto al diseño de la carrocería, deja atrás el parabrisas partido e incorpora las luces integradas a los guardabarros. El frontal se adorna con una singular parrilla, de 7 barras horizontales cromadas.
Esta fase duró hasta finales de 1955, cuando se presenta la nueva generación, totalmente distinta a la que nos ocupa.
La Miniatura
A la poca información del modelo real, acompaña en concordancia la escasa difusión de este modelo, producido por Minichamps para Coca Cola (vendría a ser una versión "dealer" pues su caja es roja con los logos de la bebida) pero existe también en una variante de cisterna de la marca alemana Aral, y otra de plataforma de barandas bajas, ambas ya en la habitual caja negra de PMA aunque también son escasos de encontrar dada su cortísima tirada.
Apenas supe de su existencia, quise incorporarlo a la colección como complemento al Opel Blitz de su competidora Pepsi, para lo cual me puse en campaña en los distintos sitios web y Ebay del viejo continente, ya que en USA prácticamente no existe (solo hallé un ejemplar en una tienda web).
Para mi sorpresa, aun en Europa tampoco fue tarea facil, y cuando aparecía era con precios bastante elevados, pienso que quizá por un tema de franquicia de la marca cola, ya que he llegado a ver precios ridículos para una miniatura que, si bien es de la habitual muy buena calidad de Minichamps, no ofrece nada del otro mundo como para que se pretenda por ella un valor de premium.
La perseverancia rindió sus frutos, y tiempo después apareció un ejemplar perdido allá por Polonia a precio razonable, con lo cual pude hacerme felizmente con él.
Una vez extraído de su caja, nos encontramos con un ejemplar bastante liviano, señal que solo su cabina y chasis son metálicos, estando el resto conformado por distintas piezas plásticas pero bien definidas en espesores y carentes totalmente de rebabas, es decir en general mucho más prolijo y cuidado que una edición de coleccionable de kiosko, lo cual es lógico pues hay un diferencial en su coste y una producción mucho más acotada.
La gráfica aquí es la protagonista, impecable, destacándose al tener impreso cada uno de los cajones con los logos y tapas de botellas en su parte superior, además de los carteles de publicidad en techo, caja y zaga, luciéndose todo el conjunto gracias a ello.
El interior no se deja ver mucho debido a las pequeñas ventanas, pero está bien completo y refleja con fidelidad la sencillez del mismo.
