Son piezas que por su valor sentimental no pude resistir de tener en la escala mayor, por ser camiones clásicos que vi surcar las calles desde mi más temprana edad.
Como se ha dicho, hay que acomodarlo incluso hasta para fotografiarlo, pero vale la pena pues a primera vista es muy fotogénico, gracias a su tonalidad clara y el realce de su bonita decoración.
Dándolo vuelta apreciamos la zaga, nada del otro mundo por ese lado, todo bien detallado hasta las luces en piezas insertadas, fiel al estilo de la marca.
El cobertor que simula la lona se puede quitar, para exhibirlo de la manera que más nos agrade, pudiendo incluso añadirle alguna carga para hacerlo más vistoso.
Por el lado de la trasera de cabina, se ve muy completo con su plato movil y demás órganos como tanques de combustible y de aire. Quizá poniéndonos en exigentes se echan de menos las mangueras de aire de los frenos que tendría que tener allí enroscadas para conectar al semi, detalle que por ejemplo los Corgi en 1:50, que tengo varios, todos las traen y les quedan de maravillas.
Este "pequeño" que hoy nos ocupa, solo por su escala pues el tamaño está lejos de ese mote, es el único, que recuerde, que tengo con semirremolque, una pieza bastante larga, pero que gracias a la articulación es posible acomodar en la vitrina, aunque se deba jugar un poco al Tetris para lograrlo.
Se trata de un Scania LB141 V8, quise ver para hacer la consabida reseña del vehículo real pero me resultó tediosa y complicada, tecnicismos con las siglas que refieren a chasis, largos, cabinas etc me hicieron desistir, al final de cuentas lo que verdaderamente interesa es la réplica, y allí vamos entonces:
Como se ha dicho, hay que acomodarlo incluso hasta para fotografiarlo, pero vale la pena pues a primera vista es muy fotogénico, gracias a su tonalidad clara y el realce de su bonita decoración.
Dándolo vuelta apreciamos la zaga, nada del otro mundo por ese lado, todo bien detallado hasta las luces en piezas insertadas, fiel al estilo de la marca.
El cobertor que simula la lona se puede quitar, para exhibirlo de la manera que más nos agrade, pudiendo incluso añadirle alguna carga para hacerlo más vistoso.
Dejando de lado el semi, vamos al detalle del tractor que es donde radica el 90% del atractivo de este ejemplar, el cual se aprecia prima facie muy bien realizado, no solo a la vista sino al tacto, con un peso considerable al ser todo metálico incluído su chasis.
La pintura está aplicada de forma pareja y uniforme, no habiendo excesos ni rebabas incluso en la rejilla perforada del frontal, sólo la decoración intuyo que es en base a calcas al agua, costumbre de la casa que no termina de decantarse por la tampografía de una vez por todas.
Los espejos me dieron algún dolor de cabeza ya que están muy expuestos cuando se manipula la pieza, y tuve que reforzarles el anclaje, uno de los cuales ya vino roto.
Es que esta pieza la conseguí de ocasión a un precio bajísimo, casi lo que un Altaya, gracias a esas pocas pegas que quizá no se noten si no las menciono.
La otra es que le falta una visera estilo parasol que va en el borde superior del parabrisas, yo solo lo noté al buscarlo en internet y compararlo, de otro modo es imperceptible pues ni siquiera tiene las marcas de haberla tenido.
Por el lado de la trasera de cabina, se ve muy completo con su plato movil y demás órganos como tanques de combustible y de aire. Quizá poniéndonos en exigentes se echan de menos las mangueras de aire de los frenos que tendría que tener allí enroscadas para conectar al semi, detalle que por ejemplo los Corgi en 1:50, que tengo varios, todos las traen y les quedan de maravillas.
Pero a cambio, nos ofrece una exquisita cabina abatible, debajo de la cual deja al descubierto el motor excelentemente reproducido, al extremo de quedar la palanca de cambios (como corresponde) expuesta, y que pasa por un hueco en la cabina al cerrarla.
Llaman la atención también los guardabarros en goma con la inscripción de la marca, los múltiples de escape a cada lado (recordamos que es un V8) asi como el turbo en primer plano, excelente en ese aspecto Minichamps que no ha dejado nada por reproducir.
El interior, como es de esperar siendo especialidad de la marca no defrauda, empezando por el color de la tapicería que le sienta perfecto y hace más fácil fotografiarlo.
Se aprecia la cucheta detrás de los asientos.
Volante y tablero muy completo, con sus coloridos indicadores y comandos.
Y para culminar, merece una de los bajos, ya que hay mucho allí para ver.
Se suma una rueda de auxilio, las patas del semi (una de las cuales tuve que reparar y fabricarle una base copiando de la otra) y un par de cuñas en color naranja al fondo, que intuyo son para calzarlo e inmovilizarlo cuando está estacionado y desenganchado.